Atormentado y furioso por la próxima muerte de Padme, Vader se abandonará completamente al Lado oscuro como única válvula de escape a su dolor, lo que multiplicará su poder en tiempo record. Antes de los 30 años, Vader habrá adquirido un poder inusitado que le convertirá en un ser prácticamente invencible.Teniendo en cuenta que según las fuentes oficiales, Vader tendrá 41 años cuando se enfrente por última vez a Obi Wan Kenobi en un pasillo de la Estrella de la Muerte, a los 2 o 3 años del fin de las Guerras Clon, Vader tendrá 25 años. Se encontrará en plenitud de forma. Será un Vader ciertamente atlético y fibroso, de reflejos felinos y movimientos fulgurantes, sin las filigranas que caracterizaban a Anakin Skywalker pero con una precisión infinitamente mayor. Su estilo de combate se alejará de esa esgrima robótica y contundente que exhibirá en los Episodios IV, V y VI. Vader será parco en movimientos, pero éstos serán directos, veloces e imparables. Por no hablar que poseerá una lista de Técnicas de la Fuerza de Nivel 5 exclusivas para “El Elegido”.
Su hoja de personaje no tiene rival.
Quizá no posea el dominio de la Fuerza de Joda (que está tan unido a la Fuerza que es uno con ella) o la majestad de Darth Sidious (con varios cientos de puntos de Lado Oscuro a su disposición), pero Darth Vader compensa eso con otras cualidades jamás vistas. A fin de cuentas, los midiclorianos le crearon de la nada.
Se sabe que inmediatamente después del fin de las Guerras Clon, de la disolución del Consejo Jedi y de la creación del Imperio Galáctico, Lord Vader iniciará la terrible Purga Jedi. Recorrerá la Galaxia (en ocasiones acompañado de la Legion clon 501) exterminando a los Jedi y a los Adeptos del Lado Oscuro que el Conde Dooku fue dejando por ahí.
A pesar del desafío y del morbo que puede suponer la experiencia rolera de enfrentarse directamente a Vader, es aconsejable tener en cuenta que una huída a tiempo permite luchar otro día.
Ver morir a un personaje Jedi propio inmediatamente después de que acabe el periodo histórico de la República y el inicio de una nueva era, supone un pérdida irreparable.
No quiero lloriqueos, y lo aviso con tiempo por lo que se avecina…